Collage de varias páginas del nuevo diseño (archivo del autor)

El nuevo diseño de El Mundo, otra oportunidad perdida

El pasado uno de febrero el diario español El Mundo estrenó nuevo diseño en todos sus soportes, impreso y digital y que según sus palabras es el «primer rediseño global, una ambiciosa apuesta para evolucionar el periódico tanto en su versión impresa como en la web». Basado sobre todo en una nueva tipografía, diseñada y pensada en exclusiva para este proyecto denominada Mundo.

«El rediseño de EL MUNDO nace con una ambición global de conducir la web y el formato impreso hacia una misma dirección»

Un diseño en general más limpio y ordenado que el anterior. En el formato impreso, donde gracias a la utilización de un solo tipo de letra, se consigue una imagen más homogénea y una mejor jerarquización de la información. Por lo demás continúa con el tradicional formato tabloide compacto (29 x 37 cm) y una estructura de cinco columnas.

El nuevo diseño hace una escueta utilización del color, donde se unen al azul, un rojo para algunos elementos, sobre todo en portada y alguna página interior y un tono crema muy suave como fondo para los despieces. En el especial de deportes de los lunes (DXT) utiliza una trama azul de fondo para distinguirse del resto de páginas.

Otro rasgo distintivo de este nuevo rediseño es sin duda la cabecera, compuesta también con la nueva tipografía Mundo y que vuelve a ir centrada y en la parte más alta de la portada.

En cuanto al orden de los contenidos destacar que por primera vez en su historia, las primeras páginas del periódico no serán para la sección de Opinión, sino para el Primer Plano. Una sección que según comentan se dedicará a la «apuesta informativa del día: grandes exclusivas, reportajes en profundidad, trabajos de investigación y las mejores crónicas serán lo primero que se encuentre nuestro lector en el quiosco con un formato más atractivo que nunca».

Por lo demás estamos ante otro rediseño muy poco valiente y falto de ideas que ofrezcan un nuevo producto que sirva realmente para poder ser compartido en varios formatos, impresos o digitales, como puedan ser PDF, Epub u otros o leído en diferentes dispositivos como tablet o eReaders, sin necesidad de estar ampliando sus páginas, como ocurre en la actualidad.

En cuanto a la web, también consiguen un diseño más limpio y en general más ordenado. «El diseño de la web evoluciona a uno más intuitivo que facilita la navegación y permite a los usuarios identificar de forma rápida las grandes noticias del día. Se construye una portada más organizada, nuevo orden de contenidos, y mejor orden».

En mi opinión, un diseño poco original y que confirma la tendencia de intentar parecerse a la competencia. Seguramente se trata de estrategias basadas más en el marketing que en el diseño. Supongo que siguen lo que se está haciendo en otros medios como las plataformas de streaming, cuyas interfaces son clones unas de otras.

La nueva tipografía

El nuevo rediseño de El Mundo cuenta con una nueva tipografía específicamente diseñada para este medio, llamada Mundo, «que establece un vínculo directo entre la marca y la fuente».

Íñigo Jerez, creador de la tipografía, asegura que «en la búsqueda por definir un estilo funcional y con personalidad, se tomaron en cuenta cuatro nociones principales: versatilidad, legibilidad, rotundidad y actualidad». Detrás del proceso hay un esfuerzo «tanto estético como técnico». «Los matices en una tipografía lo son todo, y definir un carácter no es fácil», destaca María González, directora de Arte de El Mundo.

La propuesta incorpora una serie de sofisticaciones que han mejorado sustancialmente la mancha tipográfica previa. Íñigo Jerez y María González coinciden en que el lector notará esta mejora: «Ocupando menos espacio, el texto se verá mejor».

Podemos leer también, en la doble página publicada en el diario el mismo día 1 de febrero (nos extraña que no se anunciara en portada ni en días anteriores), el trabajo llevado acabo en la web donde cabe destacar un mayor ancho de página, construida sobre una retícula de 20 columnas «que permite organizar el contenido de forma clara y eficiente».

«Queríamos conseguir una sensación de orden en la portada que hiciera que navegar por ella fuese más fácil y agradable», asegura González Manteca.

En definitiva estamos ante un buen trabajo de diseño periodístico que quiere conseguir unidad en los diferentes formatos del periódico y dotarlo de una imagen de «modernidad», pero que a nuestro entender se queda solo en eso, un buen diseño, sin aportar nada nuevo, ni soluciones para afrontar el reto de conseguir que nuevos lectores se acerquen a la prensa escrita, al continuar con formatos que los jóvenes ven como anticuados, incómodos y poco sostenibles.

Creo sinceramente que desde el diseño se puede aportar mucho más, pero para eso los responsables de las empresas editoras tienen que ser mucho más valientes de lo que están siendo hasta ahora y pensar mas allá del tabloide y la web.