Foto de Mateusz Dach en Pexels

Algunas claves sobre la identidad visual corporativa

Muchas veces solemos utilizar los términos identidad corporativa e imagen corporativa de forma equivalente, y por tanto, tienden a confundirse en el entorno profesional. Sin embargo, aunque sutiles, existen algunas diferencias que voy a tratar de explicar.

La identidad corporativa hace referencia a lo que la empresa pretende comunicar a su público, partiendo de lo que es. Por el contrario, la imagen corporativa se configura posteriormente y se relaciona con lo que el público percibe de ella. Es un término, por lo tanto, relacionado a su vez con el posicionamiento de la propia empresa y sus productos o servicios.

La identidad corporativa es el ser de la empresa, su esencia. En este sentido los factores que habitualmente intervienen en ella son los siguientes: La historia de la compañía con sus momentos, tanto positivos como negativos y que han conformado su identidad; el proyecto empresarial relacionado con el momento presente de la compañía. Un proyecto, que por otra parte debe hacer referencia a la filosofía de la empresa, sus valores o su estrategia corporativa y por último, y no menos importante, la cultura corporativa, que está formada por los comportamientos o formas de hacer las cosas, los valores compartidos en la empresa y las convicciones existentes y muy relacionada con lo que hoy llamamos responsabilidad social corporativa.

La imagen corporativa es de naturaleza intangible, ya que hacemos referencia a algo que es etéreo, por lo que su control es muy limitado y por consiguiente algunos aspectos se pueden controlar, como la publicidad o su comunicación corporativa, pero otros no, como los comentarios negativos que se vierten en las redes sociales por parte de usuarios descontentos. Por lo que debemos asumir que la imagen corporativa se forma con todo tipo de inputs que van a llegar a la mente del público.

La imagen corporativa de las empresas se puede manifestar en multitud de elementos relacionados con ella y también con aquellos aspectos relacionados con su marca, productos o servicios concretos

Pero si hablamos de la identidad corporativa, estamos hablando de un sistema de elementos gráficos que representan a la empresa. Es la que crea la imagen de la compañía y es la manifestación física de la marca y con ella se hace referencia a los aspectos visuales de la identidad de una organización.

La importancia del diseño en la imagen corporativa de una empresa radica en la creación de los elementos de identificación que la conforman, como el logotipo, el símbolo o el slogan, que juntos forman la marca y que son en definitiva una parte muy importe del sistema de comunicación de la empresa. Por ello, el trabajo del diseñador en la creación de marca (branding) debe tener la capacidad para encontrar una relación conceptual entre el nombre y la imagen. Si ésta tiene una relación directa con el nombre, logrará ser más recordable e identificable dentro del público objetivo.

De esta manera, una buena identidad visual da mayor valor a una marca y le proporciona un mejor posicionamiento en el mercado al sobresalir del resto, además, es más fácil que los consumidores la recuerden y la reconozcan.

Una empresa debe tener una identidad que transmita una idea clara del producto o servicio que ofrece y debe reunir todos los aspectos visuales para formar una identidad bien definida.